Está claro que todavía estamos empezando a notar cómo afecta la subida de la luz a las pequeñas y medianas empresas.
Incluso si tenemos contratadas tarifas ventajosas o con descuento, nadie escapa al efecto que produce el incremento de costes productivos. Al fin y al cabo, incluso si tenemos un negocio que dependa poco de la electricidad y su precio, otras empresas nos trasladarán la subida en sus propios precios.
Ante esa situación, sólo queda prepararse y aprender, de manera que podamos utilizar estrategias que nos ayuden a reducir gastos innecesarios.
Cómo afecta la subida de la luz a las pequeñas y medianas empresas
A la hora de establecer cómo afecta la subida de la luz a las pequeñas y medianas empresas, lo primero en lo que hemos de pensar es eso: el aumento de precios.
Toda vez que el gasto en la factura de la electricidad no hace sino aumentar, cualquier negocio tendrá que subir precios para mantener sus márgenes de beneficio. Este primer escenario implica:
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- Aumento del coste de producción para cualquier empresa.
- Reducción de la capacidad de competir al aumentar el gasto de base.
- Incertidumbre y dificultad para invertir en desarrollo.
Esto es algo que afectará más a las pequeñas empresas, ya que su capacidad de maniobra (es decir, sus ahorros disponibles) suelen ser más reducidos.
Las grandes compañías pueden “aguantar el chaparrón” y esperar a que los precios fluctúen a la baja. Sin embargo, las pequeñas tienen que mantener su productividad para sobrevivir. Un escenario difícil, que obliga a proceder con cautela, y que tendrá su impacto no sólo en aumento de precios.
Contracción de los salarios y reducción de las inversiones
Al producirse un escenario inflacionista, con subidas de precios y la percepción de que “la vida está más cara” en la ciudadanía, es probable que el consumo decaiga. Al fin y al cabo, la electricidad es algo esencial para el día a día, pero los servicios de una empresa no siempre lo son.
De este modo, si nos preguntamos cómo afecta la subida de la luz a las pequeñas y medianas empresas, hemos de pensar en esa capacidad de maniobra limitada. Es más difícil subir salarios, sí, pero también pensar en investigación y desarrollo. Veremos, pues, una economía ralentizada, en forma de crisis de la que no todos saldrán.
¿Y cómo puede adaptarse una empresa a ese escenario de subidas de precio de la electricidad?
Si tienes una pequeña o mediana empresa, el mejor movimiento sería buscar la eficiencia en las inversiones. Por ejemplo, contar con un buen asesor fiscal es una forma de detectar riesgos, hacer más productivo el proyecto y evitar pérdidas.
Todavía tendremos que esperar para ver qué efectos tiene la subida de precio de la electricidad, pero el escenario no parece halagüeño. En ese sentido, adaptarse a la situación y pensar en formas de hacer más con menos es la mejor forma de sobrevivir. ¡Vendrán tiempos mejores!